miércoles, 4 de noviembre de 2009

CRUZAR EL ARRACIFE


Algunos urgen a la acción, otros dicen que no hay que hacer nada por que esta todo perdido.

Ambos exageran, los primeros por que apuran a hacer algo para lo que posiblemente no estemos preparados ni medianamente después de años de disolución. Además hacer que, con quien y para que. Las respuestas a esas tres preguntas son variadas Es una forma de llamar al fracaso. ¿Será lo que pretenden aquellos que promueven la acción psicológica, los de “la revuelta sangrienta es mañana”?

Los otros que esperan que la salvación les caiga del cielo también llaman al fracaso diciendo que es imposible recuperar la Patria, es imposible el triunfo que nada se puede ya planificar ni ejecutar por que da igual, el fracaso llama a la puerta, algunos tratan de disimular su cobardía hablando de prudencia otros su molicie disfrazándola de pacifismo. ¿Será en el fondo lo que quieren los inmovilistas, el fracaso?

La reflexión precede a la acción como la organización a la ejecución de esa acción. Sin organización nada se puede hacer. Sin reflexión nada se puede ordenar u organizar

Por eso preferimos el silencio, la planificación, la acumulación de fuerzas, el orden para trabajar, aunque algunos llamen al desorden incitando con rumores de cosas que finalmente no se cumplen.

Es difícil hoy en día descifrar que es la verdad de todas las cosas que se afirman en nuestra Argentina, de todos los rumores cual es veraz, de todas las mentiras cual es la más creíble o la mejor fabricada. Estamos transitando por las aguas de las sirenas. Escuchar el canto de las mismas es ir directo al arrecife y a la muerte. Mejor es atarse, vendarse los ojos y seguir construyendo lo nuestro. No descuidar lo cotidiano pero seguir construyendo en una tarea que será larga y que alguien tiene que hacer.

Debemos ser consientes que el sistema en tanto tal es una maquinaria, un conjunto de engranajes y mientras la maquinaria resista va a seguir funcionando y destruyendo a la Nación. Lo que queremos es desarmar la maquinaria completa, no cambiar el engranaje atascado o gastado para que siga con renovado brío, por que el efecto va a ser el mismo o aun peor. Reciclamos el proceso de disolución.

Sabemos que de lo que carecemos es de tiempo, por eso no podemos perderlo dando credibilidad a rumores, haciendo caso de los que nos desgastan para que abandonemos. Nos llenan la cabeza, nos hacen ir a reuniones donde nunca se decide nada y después todo como el día anterior. Les decimos que no, no a que nos desgasten, que esa es la tarea del enemigo.

No hay otra, tenemos que seguir lo que comenzamos, construyendo con paciencia y tranquilidad por más que adentro nos queme la urgencia. Seguir. Cabeza fría y corazón ardiente

Debemos seguir predicando y esclareciendo aunque parezca que hablamos para nadie. Fomentando la camaradería y la amistad entre nosotros. La amistad es lo único que queda en pie en estos tiempos terribles La amistad en la trinchera.

Escuchar al camarada, disiparle dudas y temores es ayudarlo a cruzar el arrecife sin darles bola a las sirenas. Charlar compartir inquietudes, ayudar moral o materialmente es fortalecernos, cohesionarnos. Prepararnos para un futuro que mas tarde o mas temprano llegará irremisiblemente. Nuestra hora.

1 comentario:

Eduardo dijo...

"Dichoso aquél que muere por su casa y su tierra,

pero sin haber hecho dolo ni fuerza inmjusta.

Dichoso aquél que compra su tálamo de tierra,

dichoso aquel que muere por la cosa solemne,

aunque sea más chica que un granito de anís.

Dichoso aquel que muere para que siga indemne

la vida de un niñito, la grloria de un país.

Dichoso aquel que muere por la Cosa perenne,

por un Santo Sepulcro, Dulcinea, Beatriz,

o por un sol en campo de color cielo y Lis."


p. Leonardo Castellani

Y vemos pasar los días como quien sentado a la orilla de un arroyo ve correr el agua sin oirla al pasar, sin saber adonde es que va.

Como caudal que se tiene interminable parece el hombre ignorar adonde va; sin escuchar que la realidad presenta la alternativa de dos caminos que, inexorables, tienen destino de eternidad y, en esto será o el Cielo o el averno. Por eso aquel contenido en versos del p. Castellani, un llamado a obstinarse siempre, a sobre ponerse por la audacia y la fuerza de la virtud y por ellas asumir que, -tal lo expresara el patriota Saavedra-, "la verdad política a más de ser una ciencia que tiene sus principios fijos e inamovibles, fundada en el derecho natural, es una virtud que por lo mismo, jamás aconseja hacer algo contra la justicia porque ésta es su mejor fundamento"

Santo Tomas enseña: "Cada persona individual, es a la comunidad como la parte del todo". Y, añade: "...el individuo solo es soberano en la Patria soberana. El bien común es la soberanía, la Patria que se manda a si misma y que vela por la identidad de su alma a través del tiempo mudable, a través de las generaciones innumerables, solidarias y fieles en el cumplimiento de la misma responsabilidad".
Pues entonces, si cada individuo es una parte del todo, solo en el Todo de Verdad habremos de reencontrar esa comunidad capaz de enfrentar esta desintegración que, estáticos, a la orilla de la vida, presenciamos corre.
El canto del agua dice: ¡¡ Ay de aquellos que sabiendo cuál destino espera aún esperan y olvidan la sentencia Divina que dice: "Quien quiera salvar su vida la perderá. ¿ De qué le vale al hombre ganar el mundo si pierde su alma ?". Ganar o ser ganado por el mundo es lo mismo.

¡¡ Ay de aquellos que digan esperar el momento oportuno sabiendo que el solo esperar no es esperanza !!. La espera bulgar, la que no espera nada se parece al oro que recibiera Pirro de los romanos. Oro bano. La vida en Cristo no es una alianza con el mundo sino con Él que no trafica banalidades. "Que el valor decida y muestre al universo a quien quiere el Destino hacer su dueño, si al pueblo romano o a mi. Escuchad a Pirro, su corazón es demasiado grande para no respetar la libertad de aquellos cuyo valor respetó la suerte. Yo lo devuelvo (el oro); yo os lo doy, lleváoslo; que Pirro, al devolveroslo, obedece a los dioses". Grandeza en Pirro, pero también, grandeza en el Romano Apio al saber de la respuesta de Pirro cuando advierte la cobardía del senado romano. Dijo Apio: "Romanos, he deplorado ser ciego, pero siento no ser al mismo tiempo sordo para no oir las resoluciones que anuncian y que mancillarán la gloria de Roma". Este discurso unió a los senadores. Hay discursos que hacen recobrar la "memoria completa". Y no es esta frase entrecomillada un llamado a la CONCORDIA, al contrario. Una memoria completa necesariamente discrimina. Y no honran a la Patria los apatriadas.

Amigos: No hay milicia sin poeta y aquel que tenido de tal no se comprometa, no milita. ¿ Qué sería del Patriota si la razón de su lucha no fuera la Belleza de un Santo Sepulcro, de Dulcinea, Beatriz, de un sol en campo de color Cielo y Lis ?.