sábado, 13 de abril de 2013

EL CINE COMO SISTEMA DE CONTROL SOCIAL III



 (CONTINUACION)

Pasemos entonces a observar lo que viene.
LO QUE NOS VIENE ENCIMA
Una de las muchas razones que me decidió a escribir este artículo fue el hecho de topar con una lista de los estrenos previstos para el año 2012-13. Después de analizar su contenido y comprobar que un pequeño y concreto número de ciertas temáticas comprendían más del 50 por cien del total, así como observar la relación de ese porcentaje en referencia a las temáticas y los porcentajes pasados, viendo claramente un dibujo de aquello que anteriormente exponía como elementos de mantenimiento ya alcanzados o muy consolidados y elementos primordiales por consolidar. También, como dije anteriormente, el reflejo del cine en su sociedad correspondiente cada vez ofrece más parecidos, acortando el tiempo entre la introducción de un elemento y su consolidación en la vida, siendo eso un síntoma claro de que el proyecto de laboratorio avanza de forma imparable.

Veamos pues que nos tienen preparado desde la fábrica de sueños. Los títulos a continuación expuestos son los referentes a las temáticas dominantes antes mencionadas, no expuestos todos por su enorme cantidad y no cabe decir que entre el resto continúa el mantenimiento de todas las temáticas anteriores aunque cada vez en menor proporción:

La hora más oscura (invasión alien a nivel mundial), Juan de los muertos (epidemia zombie en Cuba), The days before ( invasión alienígena que viajando a través del tiempo llegando desde el futuro va minando las bases de la humanidad para prepararla para la estacada final ), Independence day 2 y 3 ( … ), Halo ( un grupo de marines se enfrenta a la amenaza de un planeta en forma de anillo ), Terminator 5 ( hombres y máquinas en una guerra apocalíptica en el presente ), Prometheus (el hombre en busca de sus orígenes encuentra una raza extraterrestre como ancestro nada amigable ), El símbolo perdido (sociedades secretas y tramas político-espirituales ), Men in Black 3 (nuevas hazañas de la policía contra aliens terrestres), Expediente X 3 (… ), Last witch hunter (un protector del pueblo de los ataques de los adoradores de lucifer), Dark Void (tropas aliadas combatiendo a una misteriosa raza alienígena que quiere invadir la tierra), Cazafantasmas 3, Doctor Sleep (secuela de El Resplandor), Poltergeist (remake), Leonardo da Vinci & the soldiers of forever (Una sociedad secreta lucha contra los demonios bíblicos en medio de códigos secretos y civilizaciones perdidas), Battleship (unión de naciones sin precedentes lideradas por los navy seals ante invasión extraterrestre), Dark Life (en un futuro unos jóvenes con poderes se enfrentan a una conspiración mundial), The Home (un bombero hospitalizado acosado por extraños entes), El despertar de los muertos (un estudiante aprende a revivir carne muerta y se le escapa de las manos), World War Z (guerra entre humanos y zombies a partir de una pandemia ), World War X ( el gobierno contra un terrorista que quiere cambiar la historia con una máquina del tiempo), Rec Apocalipsis (apocalipsis zombie ), Luces rojas (la ciencia intentando explicar lo sobrenatural), Los juegos del hambre (un futuro dirigido por un gobierno totalitario dónde la plebe es utilizada para entretener en un programa televisado de cazeria humana), Echelon (conspiraciones y tramas político-militares), All you need is kill (un soldado en medio de una invasión alienígena), Black Water (una niña con un amigo imaginario nada imaginario con malas intenciones), Lamb of God, Twixt (espectros y espíritus atormentados), The divide (una explosión cataclísmica en New York encierra a unos pocos en un sótano sin saber que ocurre en el exterior), The inkeepers (investigación sobre una posada llena de fenómenos paranormales), Desafio Total (remake sobre un futuro donde la realidad y la ficción se solapan), Warm Bodies (historia de amor entre un zombie y su víctima), Alien 5, Las montañas de la locura (descubrimiento de una inteligencia avanzada bajo las nieves), Viaje al centro de la tierra 2 (La Atlántida y sus milenarios secretos descubierta por un grupo de aventureros), Paranormal activity 4, Upside down (dimensiones solapándose entre sí), The devil inside (terrorífico caso real de posesiones e investigaciones científicas), Web cam (el peligro de internet y las nuevas tecnologías), Anything but ordinary (espiritualismo autoayuda superador), John dies at the end (invasión de seres de otra dimensión en un apocalipsis inevitable), Mama (desaparición de niños relacionados con un ente maligno), Zombies vs Robots (pues eso), Dominion (un ángel frente al fin de la humanidad), La danza de la muerte (un virus gripal mata a casi toda la humanidad), The Barrens (una familia acosada por un demonio), After Earth (una tierra post-apocalíptica), Horizons (otra vez la tierra post-apocalíptica), La huésped (seres de otro planeta invanden las mentes de la humanidad), Robocalypse (Spielberg narrando un futuro dónde el hombre vive en total comodidad por la tecnologia hasta que esta se revela), Paradise Lost (Lucifer planeando su venganza contra el ser humano), Under the skin (invasión alienígena dónde una seductora ET siente compasión de sus víctimas humanas) .

Después de repasar la historia del cine y sus contenidos hasta el día de hoy y analizarlo, y de ver el contenido preparado de ahora en adelante, es muy fácil dibujar los elementos que se desean bombardear a la población mayoritariamente e intentar reflexionar sobre sus posibles paralelismos.

¿Significa este aluvión de títulos sobre invasiones extraterrestres, plagas zombies, posesiones demoníacas, pandemias de virus mortales y espíritus reconocidos por la ciencia que todo eso va a ocurrir realmente? Por su puesto que no. Si bien es un hecho que el tema extraterrestre está muy asentado ya en las conciencias (no olvidemos las declaraciones de la “eminencia científica” Stephen Hawkins sobre la más que probable existencia de inteligencias extraterrestres depredadoras o a la más importante institución científica del mundo sobre el tema, la “Royal Society” advirtiéndonos que debemos prepararnos para una posible invasión alienígena y los documentos “desclasificados” de wikileaks en la misma dirección), todo esto no rubrica nada más que la intención de implantar la concepción de vida y/o invasión alien, más los peligros de las pandemias de virus desconocidos, más las situaciones apocalípticas presentadas en los films de catástrofes y zombies, más un mundo espiritual que cada vez la ciencia encontrará más razones para exponer al público. Es decir, independientemente de lo que se quiere producir, ofrecer o presentar, se está definiendo aceleradamente la tendencia que se quiere inculcar, ya se verá cual es el producto que se acaba fabricando y que ya hace tiempo seguro está pensado. Por lo tanto, lo importante es observar qué es lo que se quiere implantar y el provecho que pueden sacar de dicha implantación ya iniciada en las mentes. Por lo tanto, independientemente de lo que esté previsto, existe una relación entre estos contenidos y la dirección del objetivo, y si pensamos en el objetivo que ha guiado el mismo proyecto durante décadas no es demasiado aventurado preveer que progresivamente todo esto va a ir estableciéndose paulatinamente en la vida cotidiana en los años venideros, reflejado de un modo u otro al igual que la aparición de nuevas explicaciones a nuestros orígenes, y una tendencia ascendente a una unión de países y naciones necesaria para afrontar las dificultades planetarias.

Es necesario insistir en no confundir esta exposición con la idea que el cine introduce unos elementos que acabarán siendo reales de forma literal. En algunos casos es así, y en otros no, pero lo importante es entender que los elementos utilizados en las películas son dosis con el objetivo de instaurarlas en la mente del espectador con una finalidad, ésta a veces estará relacionada  literalmente al contenido de manera directa y otras veces el objetivo será introducirlos con finalidades aparentemente no relacionadas. Es decir, el cine prepara al espectador para recibir conceptos y situaciones que a veces serán las presentadas en las películas, y otras serán unos conceptos y situaciones que no aparecen en las películas pero relacionados de algún modo colateralmente. Tranquilamente puedes ver una película dónde el elemento que se quiere introducir en el espectador nada tiene que ver aparentemente con el contenido y forma de la historia presentada.
Unido a esto está el hecho de comprender que el cine no es el culpable ni el responsable de un proceso de un entramado inmenso y que abarca todos los aspectos de la vida hasta el último rincón. Es sólo un elemento más, por lo demás muy poderoso y eficiente, unido a la televisión, música, literatura, publicidad, prensa, educación, historia, ciencia, alimentación, deporte, informática, industria de la salud, espiritualismo y nueva conciencia, mundo laboral y un sinfín de fuentes de adoctrinamiento tan instauradas de manera habitual y normal en nuestras vidas que son vistas de forma inocente y interiormente aceptadas en nuestra existencia. En este artículo se expone una de estas fuentes; el cine, así mismo, si cogiéramos cualquiera de las formas de adoctrinamiento existentes, observaríamos que la línea del proceso aquí expuesta será exactamente la misma en su contenido y aplicación, ya que el proyecto es uno, buscado y trabajado desde multitud de prismas distintos uniendo fuerzas y generando un efecto múltiple y sumamente efectivo en el ser humano, y ese objetivo es precisamente convertir al ser humano en un ser nada humano y totalmente entregado a servir a su sistema sin plantearse ni el qué, ni el como, ni el porqué, y además sumamente convencido de hacerlo.
EL CINE INFANTIL
El cine infantil no ha sido nombrado hasta ahora por ser un segmento que aunque unido al objetivo y procedimiento general, merece una observación a parte. Los niños son la pureza y la inocencia, esa fuerza que choca con la decadencia del mundo adulto. Es como si existiera una barrera, el niño vive en un mundo distinto lleno de inocencia y en el futuro se verá inmerso en un mundo chocantemente decadente. Bien, esa transición no es pasada por alto y es sumamente controlada y dirigida, como todo lo demás. El niño es lo opuesto (aunque cada vez menos) a ese ciudadano que el poder desea moldear, por lo tanto, requiere de un esfuerzo por su parte para facilitar esa transición, y el genero infantil se encarga muy bien de ello, y como capitán de ese objetivo tenemos a la gloriosa supercorporación Disney.
Las películas de Disney, no buscan infantilizar al niño que ya es infantil, si no confundirlo y instruirlo, y sobre todo, infantilizar al futuro “hombre” que será ese niño, de hecho es una muestra del principio de aplicar elementos para que den frutos futuros. En este caso hay un doble objetivo, el niño en su momento de infancia, y el hombre que llegará a ser. Las películas de Disney se presentan como valores tradicionales, esos cuentos de toda la vida, pero precisamente son lo contrario, son los cuentos tradicionales que formaban parte de la cultura y transmisión oral, transformados y repletos de un contenido aplicado, en concordancia y necesarios para la formación integral del hombre social, como un elemento más de la multitud de estos que son utilizados por el sistema (palabra que ya empieza a cansar, ya que es un elemento más del laboratorio, pero para la cual no se me ocurre otra, al menos que no sea igual de cansina). La base del mensaje de toda película de Disney, y a su vez extrapolado a todo el espectro del cine y la cultura en general es: “si deseas algo con todas tus fuerzas, de verdad, se acabará haciendo realidad “, o en su expresión en la nueva espiritualidad “si deseas algo de verdad, los astros se alinearán para que así ocurra “. Es espantoso hasta que punto ha calado este mensaje en la psique humana, tanto que se ha convertido en una de tantas nuevas verdades universales. Este mensaje define que el deseo por conseguir algo, objeto o logro, es la base de nuestro éxito, por lo tanto, cuanto más deseemos, más éxito tendremos, no hay más.
El esfuerzo, la reflexión y la honestidad son valores apartados de esta máxima que dibuja claramente nuestra sociedad; seres humanos tras unos objetivos deseosos de lograrlos. Claro está, el hecho de vivir en un mundo lleno de injusticias y dificultades aberrantes, hace que ser devoto de esta máxima sea de gran ayuda. A su vez, las películas de Disney en su trayectoria han ayudado a inculcar valores adaptados a cada momento, siguiendo la misma línea presentada en este artículo con el cine en general, así pues, dependiendo del momento se ha transmitido machismo, actitud gregaria, militarismo camuflado, moralismo ecológico, y un sinfín de elementos comunes con el objetivo ya citado. Entre muchas otras cosas, Disney nos transmite una concepción elemental del bien y el mal, de la uniformidad (presentada sobremanera en las coreografías dónde una gran masa baila llena de felicidad del mismo modo dirigida por un personaje habitualmente “mágico”), el éxito social remarcando claramente entre pobres y ricos…. y de manera muy inteligente equipara al hombre con el animal relacionándolo a este con la fauna sin diferenciación, moralismo aparentemente inocente que esconde la intención de construir una autoconcepción Darwinista del ser humano.

Los padres y madres que lean esto se podrán sentir ofendidos al tener a Disney como uno de los pocos elementos que les quedan para ofrecerles un mundo a salvo y sano para sus hijos, y lo siento al decir que Disney, no tiene nada de bienintencionado, más allá de entretener a familias enteras, si entendemos entretener (distraer para ganar tiempo) como algo positivo. Como contrapartida podemos aconsejar que para enriquecer la infancia de un niño se acuda a cuentos tradicionales sin adulterar con sus concepciones originales, con un mensaje menos maravilloso pero más constructivo para el ser humano, y que ellos mismos de forma oral se los transmitan. Otra opción es crear tus propios cuentos a partir de unos principios que sean tuyos y no ajenos y asegurarse así de transmitir lo que se crea mejor para los hijos, siempre, claro está, con un previo trabajo personal para asegurarse de no transmitir inconscientemente mensajes no deseados y nada positivos tal y como hace el cine intencionadamente. Pero eso es un esfuerzo enorme, ¿verdad?

En el cine infantil, además del omnipresente Disney, se ha producido una nueva corriente que anula el mundo infantil como separado del adulto y lo que hace es coger el mundo adulto y trasladarlo a la infancia, presentando una vida infantil como un espejo de la adulta (con todas sus perversiones, decadencias y miserias) pero con las variaciones propias de la edad. Es decir, progresivamente se elimina la vivencia infantil integral para hacer al niño un adulto inmaduro desde su infancia, mermando así la fuerza del corazón infantil y disminuyendo las resistencias intrínsecas del propio. O dicho de otro modo, en un principio, el niño cada vez es adulto antes, pero como el adulto, no tiene nada de adulto, el ser humano es inmaduro hasta su último día. Es curioso observar que el niño se hiciera hombre mucho antes años atrás, ¿no será porque su infancia era infancia y por lo tanto una etapa que provocaba su maduración honesta? Antes con 14 años eras adulto, no hace falta que diga nada de la actualidad, y esto, en un panorama dónde el niño cada vez tiene menos infancia. Una ecuación interesante para reflexionar. En definitiva, el hombre nace niño, y pasa un tiempo de instrucción hasta que es un militante (más o menos devoto) del sistema, es decir, inconsciente e inmaduro, y lo que se busca es reducir ese tiempo de instrucción y de aniquilación de toda resistencia. El objetivo: que el ser humano sea militante del sistema desde su nacimiento.



EL CINE Y EL PODER MILITAR

La relación de la industria cinematográfica y el ejército es de una obviedad que hace innecesarias demasiadas explicaciones. Más allá que a nivel de dirección y mando sean dos poderes hermanos, siempre han trabajado codo con codo en fin de los mismos objetivos, como ya se ha explicado, el uno se beneficia del otro más allá de lo económico. Desde las producciones destinadas a llevar a los Estados Unidos a participar en la Primera Guerra Mundial con títulos como “Al infierno con el kaiser”, “La bestia de Berlín” , hasta la manipulación y mitificación de la guerra del Vietnam, siempre ha incidio en todos los conflictos bélicos dicha colaboración y unión, ayudando a justificar o repudiar dichos conflictos en pro de sus intereses. El ejército colabora con el cine aportándoles material para sus películas que ayuden a hacerlas mas realistas y con tecnología avanzada para films más futuristas y así darles veracidad. También el cine ha ayudado al ejército a darle una imágen atractiva para ampliar sus filas, no en vano, la proyección de la lamentable “Top Gun” hizo que el alistamiento a la fuerza de aviación naval aumentara un 400%, y el ejército incluso organizó jornadas de reclutamiento en las salas de cine. Los jóvenes salían cargados de emoción y adrenalina deseosos de ser como Tom Cruise, ansiosos por firmar el papel que les permitiría formar parte de ese grupo de héroes.

La relación del cine y el ejército es tan obvia que la CIA nombró en el año 2001 su asesor oficial para la industria del cine, el asesor de George Bush, Karl Rove. Rove se reunió con las diferentes productoras para corroborar un apoyo en la guerra contra el “terror”, y recientemente Michelle Obama se reunió con 500 productores, actores y escritores para pedirles la incorporación de más historias militares y familiares como parte de la iniciativa de la Casa Blanca “Joining Forces”.

Incluso cuando el cine es crítico con la guerra, la parte negativa de ésta se vende como algo ajeno a los hombres, algo que les perjudica pero que no anula la necesidad de servir al ejército, es decir, se presentan corrupciones que hacen dudar a los soldados y ciudadanos de lo que hacen, pero para después exponer que el problema no es la guerra en sí, sino los procedimientos en ella, saliendo siempre impune el patriotismo, o sea, se presenta un ejército que se equivoca y lo que hay que hacer es que no lo haga, pero no que desaparezca. Hay que remarcar que el ejército y sus maravillas están presentes más allá del cine bélico, ni que sea por unos minutos o unos instantes, éste siempre tiene un papel, en todos los géneros, incluso el infantil, presencial o nominativo, que reafirma su existencia y legitimidad. No está de más decir que está ya preparada la película sobre la “captura y asesinato” de Osama Bin Laden, que hará uso de información “clasificada” por la CIA y será presentada como un éxito de la lucha contra el terrorismo. Tal y como su directora, Kathryn Bigelow, ha declarado: “La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película representará esta enorme victoria de otra forma”.

LA CRÍTICA EN EL CINE

No hay que dejarse engañar por la supuesta crítica pro humanista del contenido de muchos títulos, ya que es irrelevante, el objetivo va más allá de cualquier ideología, de manera que se adherirá a cualquiera para introducir el elemento deseado, y en muchos casos ese contenido crítico ejerce como facilitador de dicha introducción, ya que alienta el pensamiento en el receptor de una “libertad” en los directores, productores, guionistas… independiente de los propietarios y directores de dicha industria. La misma observación se puede realizar en el periodismo, publicidad, ciencia, etc. y en todos, el principio es el mismo, se otorga libertad de movimiento dentro de unos parámetros preestablecidos y dentro de un engranaje, por lo tanto es una ilusión de libertad –tanto para el creador (en el mejor de los casos), como para el consumidor– que no es mas que una simulación tras la cual opera el objetivo real. Esto significa que se podrán encontrar en películas mensajes e ideas bienintencionadas por parte de sus creadores, pero si existen, es a cambio de incluir en el paquete otras ideas, unas veces claras y otras ocultadas, que aseguren la introducción del elemento deseado, y también en muchos casos que anulen a posteriori las posibles variantes alejadas del objetivo real, es decir, no sólo meterte sus objetivos a cambio de alguno honesto por parte de algún “creador”, sino primero ofrecerte este precio a pagar para inculcar con más facilidad el elemento deseado, para luego, de manera o bien visible o bien subliminal anularlo, aumentando la efectividad del proceso.

Como buen ejemplo de este doble ejercicio, tenemos la película “Into the wild”, incluida en esta revista en las recomendaciones de arte y cultura, y se debe remarcar que en la revista se incluye en el apartado arte y cultura una sección de películas, de las cuales, ninguna de ellas escapan a la manipulación. Siendo conscientes de ello, sólo podemos esperar que los mensajes honestos adheridos a ellas lleguen intactos al espectador y que el objetivo real de la película sea lo menos influyente posible, claro está, eso sólo depende de lo atento y honesto que sea el espectador y su conciencia.
Esto hace plantearse si se debería erradicar dicho apartado en la revista, pero de hacerlo, se debería hacer con el apartado entero de recomendaciones, ya que lo mismo que ocurre con el cine, ocurre con todo, en mayor o menor medida, el monopolio sobre las conciencias es tal, que todo plano de existencia es atacado por esos laboratorios, por lo que a fin de cuentas, la naturaleza del receptor (espectador, lector, auditor, observador…) será la que defina que el éxito o el fracaso del objetivo del “producto” tenga o no lugar, en mayor o menor medida.

En el caso de esta película, se presenta el caso real de un joven talentoso, de familia adinerada, que en contra del funcionamiento de la sociedad decide abandonar todas sus comodidades para alejarse hasta la naturaleza en Alaska y limpiarse de todo lo que le aleja de su humanidad. La película podría parecer una crítica al sistema, y lo es, pero el resultado final es que él muere, dándose cuenta que aunque ha encontrado respuestas, desearía volver al sitio de donde salió.

Es decir, nos venden su aventura como una aventura heroica y admirable, pero de manera muy sutil, y esto lo he comprobado hablando con multitud de personas sobre la historia y la película, afianza en el espectador el fracaso de esa empresa, creando el pensamiento: “me ha hecho pensar mucho, tenía razón el chico este, la sociedad es patética, y hay que hacer algo, pero a lo único que lleva esa postura es a la muerte como al protagonista o a tener que retroceder por las circunstancias”. Y en este proceso el resultadismo tiene mucho que ver, conseguir algo así es tan fácil como envalentonar al espectador con una historia aparentemente en contra de sus intereses para acabar convenciéndole que es una empresa sin éxito. No tengan duda, si al sistema le interesara que el ser humano le abandonara, el cine modificaría su contenido con personajes que en sus andaduras en este aspecto lograran conseguirlo sin tantos problemas y aumentando la proyección de los mismos, pero no es el caso. Hasta el momento no encontrareis ni una sola película dónde alguien abandone el sistema sin pagar un precio lo suficientemente alto como para que el espectador desdeñe cualquier reflexión y planteamiento al respecto.

Otra excusa del espectador para negarse a aceptar su sumisión al bisturí del cine es el siguiente argumento: “el cine tiene que reinventarse continuamente para seguir innovando y ofrecerle al público tramas distintas y cada vez más rebuscadas que las hagan atractivas utilizando la imaginación, para así mantener el negocio que les lucra a cambio de ofrecernos diversión y entretenimiento”. Bien, al igual que ocurre con todas las “modas”, de nuevo preguntémonos : ¿Es el público quien le pide a una industria unos productos y trabaja por satisfacerles o es la industria quien inculca unas tendencias para que el publico las demande y puedan ofrecer lo que desean?. Como siempre, y como en todos los aspectos, todo depende de la benevolencia e intenciones que se le otorgue al sistema dirigente.

Con lo expuesto aquí se ha intentado que se entienda el cine como lo que es en esencia; empezando por su naturaleza mecánica, en la que un receptor pasivo se planta como un recipiente abierto frente a una pantalla para que esta vierta contenidos a discreción, algo así como lo que hacemos en el dentista con nuestra boca, pero con nuestro cerebro ante el cine. Y se ha intentado exponer los entresijos de la relación entre el espectador y las técnicas utilizadas para negar dicha peligrosa pasividad y hacerla un entretenimiento inofensivo, así como exponer la influencia que tiene en la realidad de nuestras vidas.

Una de las fuerzas del cine es la identificación, en el fondo, la mayoría de personas, lo que buscan al ver una película es identificarse con alguno de los personajes, situaciones o tramas; eso genera un proceso dinámico recíproco, pasamos de ir a ver una película desde “nuestra vida real” a querer identificar esa vida real en la película, lo que provoca un proceso invertido, que es crear nuestra vida real interaccionando con el film. Y este aspecto, no solo no es desconocido por la industria del cine, si no que es primordial como herramienta, ya que además se sostiene en la resistencia del espectador a reconocer la sumisión que supone exponerse voluntariamente a un film, donde se coloca en frente, pasivo, abre su mente y deja que entren todos los elementos con la excusa de entretenerse, pero en realidad viviendo un proceso de autoconstrucción virtual que irá conformando sutil o no tan sutilmente la propia realidad.

¿Quien no ha visto una película en grupo y al salir del cine o en el salón de casa al acabar uno o otro ha hecho comentarios de la película respecto a la realidad? ;  “Ese momento me recuerda a cuando”, “Fulanito (un actor) es igual que menganito (un ser real)”, no sólo se parecen, si no que son iguales. O incluso durante la misma película, de repente: “¡¡mira!! Si es Fulanito…” (refiriéndose a alguien conocido por el grupo) . Y como este infinidad de ejemplos.

¿Cuantas personas conocen acontecimientos históricos en su mayoría  a través de producciones cinematográficas? La cifra seguro que no es insignificante. Así tienes a un gran numero de seres humanos que no solo no conocen la historia, sino lo que es peor, tienen un concepto de ésta que es el que le conviene a la élite.

Una concepción menos inocente del cine, podría ayudar a reflexionar sobre la mítica figura del cineasta como un ser con una imaginación desbordante capaz de crear historias increíbles e innovadora, que en su gran mayoría estarán relacionadas con la ciencia y los avances tecnológicos, progresistas y evolutivos de la humanidad. ¿No será esta fecundidad fruto de un acceso a unos conocimientos privados, no disponibles para la población mundial, independientemente de sus fuentes o veracidad que son utilizados para mitificar al cineasta? ¿No será que haciendo uso del conocimiento de un proyecto de laboratorio, los elementos del mismo se pueden ir añadiendo paulatinamente al contenido del cine para así ir construyendo un camino estudiado que será visto como espontáneo, genial y profético por el espectador?

Así mismo, me gustaría exponer la hipocresía e ingenuidad de la cada vez más amplia comunidad anti-NWO, que espera con ansia el estreno de películas que hablen de todo lo relacionado con el supuesto proceso de “despertar”, colaborando neciamente en la preparación mental para la conclusión de un NWO (si se entiende este como un grupo reducido y concreto, dirigiendo, controlando y adoctrinando a una población cada vez menos consciente de los procesos de su existencia)  ya existente hace décadas. Por un lado criticar y supuestamente luchar contra ello para acabar consumiendo sus productos de laboratorio con la excusa de verlas para mirar que mentiras cuentan cuando en realidad ese proceso está basado en una inocencia absoluta que espera consciente o inconscientemente una revelación de algún cinéfilo que consiga filtrar verdades en una industria absolutamente creada, dirigida y controlada por la élite opresora.

Ante toda esta inercia de búsqueda de verdad tan de moda, no está de más reflexionar sobre ella. La verdad existe por sí misma, es una entidad propia, no se puede poseer, en todo caso se puede vivir, y en una sociedad dónde la verdad ha sido relegada (en el mejor de los casos) a un segundo plano, si no un plano subterráneo, no es tan importante que te digan la verdad como que el receptor de dicha verdad esté construido para recibirla con honestidad. Por lo tanto la tan puesta de moda búsqueda de la verdad suele ser un proceso hipócrita y estéril, pues exige la verdad en los demás pero ningunea el respeto por ella, ya que la ignora en su base, situándola en el exterior, en el mundo ahí fuera, en ese mundo mentiroso y manipulador,  y obviando que si uno no se ha construido para tenerla como eje de su vida, por mucha verdad que busque y escuche no habrá recipiente dónde tenga cabida. Esto además ayuda de manera sobresaliente al proceso deshumanizador en marcha y tristemente avanzado, pues atrapa al ser humano en un ansia de verdad, ignorante de su compromiso con la misma, que precisamente lo aleja de ella.


 Invito y recomiendo, al menos una vez, a que seamos cautos cuando nos sentemos en frente de una pantalla de cine, televisor, ordenador, y esperar antes de abrir nuestro recipiente cerebral indiscriminadamente, y observar la película como si observáramos a alguien hablar con otra persona , separándonos del proceso e intentando ser lo más objetivos posible. Quizá se sorprendan… o quizá no.
Me pregunto muy a menudo por qué todo el mundo con quien hablo dice ser conscientes del trabajo manipulador y adoctrinador del cine, televisión, publicidad etc. Todos ellos lo saben y dicen ser lo bastante listos y maduros para no dejarse engañar, prácticamente nadie reconoce que se le manipula sin que se de cuenta, y si se reconoce es en relación a la intención de engañarte para vender algo o para llevarte a una situación que busca generar beneficios económicos, (visión economicista ya expuesta). Me pregunto entonces : Si bien existe un minúsculo reducto de personas (más pequeño de lo que se quiere hacer creer) lo suficientemente honestas como para reconocer la crudeza de la situación y su ignorancia sin sentimentalismos ni corrientes operantes, trabajando dura y marginalmente por hacerse más humanos ¿si todos lo saben y están preparados para defenderse del ataque adoctrinador, ¿por qué esa libertad de conciencia no se refleja en ningún lugar del planeta, a parte del fantasioso mundo del “despertar New Age”? ¿No será que estamos en un estado tan avanzado de moldeación, que vemos libertad donde hay esclavitud, y solamente identificamos manipulación cuando ésta pierde toda sutileza? La respuesta la dejo al fruto de sus propias reflexiones personales.

Fuente: La Independiente Digita

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