martes, 29 de marzo de 2016

LA MASONERIA EN POCAS PALABRAS



La masonería es una de esas cosas que cuesta explicar de qué se trata, porque la mayoría de la gente no tiene idea siquiera de su existencia. Como en el tema anterior sobre el que escribí, la banca fraccionaria, es difícil intentar explicar de qué estamos hablando cuando nuestro lector posiblemente no tiene ni la menor idea del tema en cuestión.
Según el diccionario la masoneria es  Sociedad secreta de ámbito internacional y estructura jerárquica basada en la fraternidad entre sus miembros, los cuales se agrupan en logias y hacen uso de ritos y signos emblemáticos.
Debo reconocer que yo mismo no había llegado a comprender en toda su dimensión sobre el tema sino después de unos años de lecturas y, en base a ésta, un posterior armado de rompecabezas con esta información adquirida.
La observación y lectura de varios videos o textos que tratan de explicar este fenómeno terminan no siendo del todo claros para el público general ya que, repito, se trata de explicar algo totalmente novedoso para una gran mayoría. Entonces descubrí que una buena forma de explicar algo es comparándolo, buscando similitudes o diferencias con algo ya conocido por las personas destinatarias de nuestro mensaje.
Quiero aclarar que lo qué aquí voy a explicar es lo que REALMENTE persigue la masonería, y no lo que ella públicamente dice perseguir.
Dicho esto, la organización que voy a utilizar para explicar a la masonería no es más ni menos que la MAFIA. Es decir, una organización delictiva. La mafia es una organización que se maneja con un sistema de “valores” o reglamentos internos, donde se le da ciertas ventajas o beneficios económicos a quienes ingresan en ella a cambio de una lealtad absoluta a las iniciativas de los “capos” de la misma. La potencial desobediencia de uno de sus miembros se paga con la vida.
Bueno, la masonería es algo parecido, es una organización con fines políticos basados en una filosofía mundialista o internacionalista, atea o gnóstica, e igualitarista, y por lo tanto en guerra contra Dios, contra las religiones, contra las patrias y contra las jerarquías (Siempre y cuando ese Dios no sea el “Gran arquitecto” que venera la masonería, la patria no sea la de sus máximos jerarcas, la sionista, y la jerarquía no sea la que está formada por sus distintos grados masónicos). Sus miembros, como anticipé, están formados por grados, es decir hay una jerarquía con masones de mayor o menos graduación. En la cúspide están los realmente comprometidos con estos “valores” masónicos y saben a ciencia cierta para qué trabajan, cuál es su objetivo último, son los “capo mafia”. En cambio, en los grados inferiores se encuentra una variedad de gente que puede calificarse como oportunistas, que buscan un buen pasar económico o ciertos puestos políticos, que usan de la influencia de la masonería para alcanzarlos, obviamente al precio que desde este puesto de influencia económica o política siga luego las directivas de los altos grados; pero también encontramos en estos grados inferiores al infaltable idiota útil que cree que realmente está contribuyendo a la “libertad, igualdad y fraternidad” vociferadas por el discurso oficial masónico.
Para los altos grados masónicos el poder económico es un medio, no el objetivo, su objetivo principal es político, llevar adelante la agenda masónica arriba descrita, por eso le es de importancia atraer gente de negocios y magnates hacia sus filas, para poder financiar su “causa”. En cambio, para los oportunistas de menor grado que ven en la masonería la oportunidad de ganar o acrecentar su poder económico, es al revés, su objetivo es el económico, y la obediencia masónica es el medio, el precio que tiene que pagar para poder tener el apoyo de esta organización en el logro de sus objetivos.
Otra similitud con la mafia es lo que pasa cuando uno de sus miembros decide abandonar sus filas, que dependiendo del grado masónico e información que posea, las penas pueden ir desde devolver todo tipo de material relacionado con la organización (documentos, textos, etc) para los grados menores, hasta la pena de muerte para los grados mayores totalmente comprometidos.
Como comentario final hay que aclarar que no se trata solamente de obligar a sus miembros a financiar ciertas actividades indicadas por la masonería con parte de los ingresos que los masones han conseguido gracias a la influencia que la masonería les facilitó, ni de obligar a los masones que consiguieron puestos políticos gracias a las logias masónicas a votar ciertas leyes, lo cual de por sí es moralmente inaceptable, sino que sus directivas pueden incluir complots políticos, golpes de estado, operaciones de prensa, conspiraciones contra los intereses de la patria e incluso “penas de muerte” (cuando la masonería en nombre de los derechos humanos condena a la aplicación de la pena de muerte por parte de los estados)
Espero que este breve texto les sirva como introducción al lector como para tener una orientación al investigar sobre este tema no siempre fácil de entender.

MARTÍN LEDESMA

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